a reciente versión de la Feria Food & Service permitió al Centro Tecnológico para la Innovación Alimentaria (CeTA) exhibir destacadas innovaciones creadas junto a emprendedores de distintas regiones del país. Este generoso muestrario del talento creativo nacional, constituye un ejemplo concreto del exitoso trabajo en red realizado por CeTA, y refleja, simultáneamente, el gran potencial creativo de la ciencia y la tecnología aplicadas a los recursos locales. Durante los tres días de feria —realizada entre el 30 de septiembre y el 2 de octubre en Espacio Riesco— el stand A9 de CeTA se consolidó como un punto de encuentro para la innovación, con productos que combinan identidad territorial, sostenibilidad y desarrollo tecnológico. Gracias a la colaboración de Nutrisco, que alberga las instalaciones de CeTA Norte y CeTA Sur, la red tecnológica ha fortalecido sus polos regionales, impulsando proyectos que promueven la diversificación productiva y el valor agregado desde los territorios. Entre los emprendimientos destacados estuvo Yu-Yo Burger, hamburguesa vegana elaborada a base de cochayuyo y proteína vegetal, desarrollada en CeTA Zona Norte junto al emprendedor Ricardo Penna. Proveniente de la Región de Coquimbo, este producto rescata un alga milenaria de las costas chilenas y la pone en el centro de una propuesta moderna, nutritiva y sustentable. “Participar en Food & Service 2025 fue clave para validar Yu-Yo Burger frente a actores estratégicos del rubro y abrir nuevas oportunidades de colaboración”, comentó Penna. El público también pudo conocer a Bonday, startup de la zona central y liderada por Cecilia Hernández que rescata la tradición del caldo de huesos, transformándola en un producto moderno, natural y funcional. Su caldo en polvo, desarrollado en CeTA Zona Central, combina innovación tecnológica y saberes ancestrales para ofrecer una alternativa práctica, rica en colágeno y nutrientes esenciales. “El apoyo de CeTA fue fundamental para garantizar la calidad, inocuidad y viabilidad de nuestro producto”, destacó Hernández. Por su parte, desde CeTA Sur, se presentaron Ajitito —pasta gourmet de ají con nueces— y Vegadelphia, un sucedáneo de queso crema 100% vegetal, ambos desarrollos que reflejan la creatividad y el compromiso del ecosistema de innovación alimentaria regional con la sostenibilidad y el consumo responsable. INNOVACIÓN CON SABOR FUTURO En el marco de la feria, CeTA también impulsó la activación “Sabor Futuro”, iniciativa organizada junto a Transforma Alimentos y los chefs del Centro de Innovación Gastronómica de Inacap. Este esfuerzo conjunto permitió elaborar y degustar preparaciones con productos creados en los diversos centros tecnológicos, demostrando la versatilidad y potencial comercial de los alimentos innovadores chilenos. Al respecto, Jean Paul Veas, director ejecutivo de CeTA destacó que “Food & Service 2025 fue una vitrina excepcional para mostrar cómo la colaboración entre ciencia, tecnología y territorio puede transformar materias primas locales en alimentos de alto valor agregado”. “En CeTA -agregó-, estamos comprometidos con impulsar una innovación descentralizada, que fortalezca economías regionales y promueva una industria alimentaria sustentable y competitiva”. GALERIAOTRAS INFORMACIONES
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Tecnologías de deshidratación impulsan proyección internacional de frutas y verduras chilenas8/22/2025 Esta tecnología agrega valor a productos frescos y descartes, conserva nutrientes y preserva los sabores, abriendo nuevas oportunidades de negocio en mercados nacionales e internacionales, alineándose con la demanda global por alimentos más naturales y funcionales. l mercado mundial de frutas y hortalizas deshidratadas está en plena expansión, gracias a la demanda de consumidores cada vez más interesados en alimentos saludables, naturales y prácticos. De hecho, según recientes reportes en los próximos años el sector tendrá una tasa de crecimiento anual compuesto de 8%, lo que permite proyectar que en 2033 alcanzará un valor cercano a USD 150.000 millones. Parte importante del crecimiento de este mercado se basa en la popularidad alcanzada por materias primas deshidratadas en polvo, entre las que destacan una amplia variedad de frutas como uvas, manzanas, mangos, plátanos, bayas, naranjas, limones y piñas. Estas se utilizan en diversas aplicaciones, especialmente para la elaboración de productos de panadería y confitería; snacks y bocados listos para consumir (RTE o Ready to Eat), lácteos, distintos tipos de bebestibles, sopas y salsas, entre otras opciones. Del mismo modo, el auge de las dietas vegetales y veganas ha incrementado el uso de frutas en polvo como aromatizantes y colorantes naturales, sumándose a la cada vez mayor oferta de ingredientes funcionales con beneficios para la salud, que brindan apoyo inmunológico, digestivo o cognitivo. TECNOLOGÍA SOSTENIBLE El gran valor de la deshidratación radica en que prolonga la vida útil de frutas y hortalizas, conservando nutrientes, colores y aromas. Pero al mismo tiempo reduce su peso y volumen, lo que facilita su transporte y almacenamiento. Además, esta tecnología permite aprovechar subproductos y descartes (frutas y verduras que no cumplen los estándares estéticos para el mercado fresco), transformándolos en ingredientes valiosos para nuevos productos. Al respecto, Pamela Carrillo, jefa del Centro de Innovación CeTA Sur, destaca que “mediante la deshidratación podemos estabilizar diferentes productos, aumentando su vida útil en el tiempo, ofreciendo mayor versatilidad en diferentes aplicaciones alimentarias y reduciendo costos de almacenamiento y transporte”. La especialista agrega que esto es aplicable a diferentes productos, como frutas y hortalizas, los que pueden convertirse en polvo o harinas con capacidad para utilizarse como materias primas destinadas a otras matrices alimentarias, incluyendo producción de alimento procesados, aplicaciones culinarias e ingredientes para alimentos destinados a mascotas, entre otros usos. Pamela Carrillo, detalla así mismo, que CeTA dispone de la infraestructura tecnológica necesaria para adaptar procesos de deshidratación a distintos productos y necesidades de mercado, garantizando calidad y funcionalidad. Entre ellas destaca las siguientes: Secado por atomización (spray-drying): ideal para líquidos y microencapsulación de compuestos bioactivos. Secado por convección: ampliamente utilizado para elaborar snacks saludables y diversos ingredientes. Secado por microondas al vacío: acelera el proceso preservando la calidad original, siendo ideal para materias sólidas sensibles. Liofilización (secado por sublimación): conserva al máximo propiedades biológicas, químicas y físicas, facilitando almacenamiento y rehidratación. OPORTUNIDADES PARA CHILE La creciente preferencia global por alimentos naturales y plant-based, junto con las ventajas competitivas de Chile (como la calidad de su fruta, su estacionalidad opuesta y una imagen país asociada a productos naturales), brinda a los productores nacionales nuevas oportunidades estratégicas para posicionar sus frutas deshidratadas como ingredientes esenciales en sectores estratégicos de la industria. De hecho, solo durante la pasada temporada, Chile exportó fruta deshidratada por un valor FOB de USD 179,7 millones, cifra que representa 6,8% de las colocaciones frutícolas nacionales en el extranjero. Este rendimiento se produce en un contexto donde las frutas chilenas gozan de gran demanda internacional, especialmente en la región Asia-Pacífico, que es líder mundial en producción y consumo de frutas en polvo. “Hoy existe una clara tendencia hacia alimentos más naturales y con menos aditivos. En este escenario, y considerando que frutas como uvas, cerezas, arándanos y manzanas lideran las exportaciones chilenas, consolidando al país como potencia frutícola global, la deshidratación surge como una vía para abrir nuevos mercados”, destaca Pamela Carrillo. “En CeTA -añade-, es posible transformar frutas y verduras frescas en polvos con aplicaciones en snacks saludables, repostería, cereales y barras energéticas, bebidas instantáneas, nutrición deportiva y suplementos. Así, se pueden realizar ensayos iniciales y caracterizar productos para explorar el mercado a menor escala, sin invertir en equipamiento costoso ni interrumpir procesos productivos”. De este modo, con el apoyo de centros tecnológicos como CeTA, sumada a la innovación en formatos y empaques, así como al uso de estrategias comerciales alineadas con las tendencias globales, la deshidratación será un motor clave para agregar valor, reducir desperdicios y abrir nuevos mercados para productores y empresas chilenas.
OTRAS INFORMACIONESNuevas startups nacionales buscan conquistar los mercados con productos de alto valor nutritivo, avanzado diseño biotecnológico, que rescatan parte de la esencia territorial y exhiben plena vocación de sostenibilidad. esde productos sin azúcar hasta utensilios comestibles, seis emprendimientos chilenos están marcando un antes y un después en la industria de alimentos, gracias al acompañamiento del Centro Tecnológico para la Innovación Alimentaria (CeTA). Cada uno, con su identidad y enfoque, comparte una visión común: transformar el sistema alimentario chileno con soluciones innovadoras, sostenibles y con profundo impacto territorial. DE CHILE PARA EL MUNDO Mix Pop, es el primer snack de palomitas dulces sin azúcar desarrollado en Chile. Nació en CeTA Carén con la formulación de un jarabe saludable, y luego se estandarizó en CeTA Coronel, donde se escaló para su producción comercial. Este caso es un claro ejemplo de codesarrollo entre sedes regionales que permitió llevar una idea al mercado bajo altos estándares nutricionales y sanitarios. Desde la Región de Atacama, en tanto, Alga y Vida presenta una harina funcional enriquecida con algas Chondrus crispus, recolectadas de forma sustentable en el borde costero. Este producto, desarrollado con apoyo de CeTA Coquimbo, promueve el uso responsable de recursos marinos subutilizados, con un enfoque basado en la economía circular y una propuesta alimentaria plant-based apta para panadería, snacks y pastas. En la región de Coquimbo también encontramos el proyecto Valorización de Ostiones de Marbella Tongoy, el que convierte en conserva gourmet a aquellos ostiones que antes eran descartados por no cumplir estándares comerciales. Procesados con tecnología especializada de CeTA Coquimbo, estos ostiones al merkén no sólo rescatan un subproducto valioso, sino que también abren oportunidades para reducir el desperdicio en la acuicultura chilena. Desde el sur, en Concepción, Vegadelphia busca revolucionar el mercado plant-based con un sucedáneo de queso crema vegetal a base de soya. Este producto, nacido de una necesidad real en el rubro gastronómico y perfeccionado en CeTA Sur, responde a la creciente demanda por alternativas sin lácteos, ofreciendo sabor, textura y vida útil competitiva para su comercialización futura. Por su parte, AWA Solar desafía los límites de la tecnología con una bebida funcional creada a partir de agua capturada del aire y energizada por el sol. En alianza con CeTA, el producto fue formulado con ingredientes naturales y nutrientes esenciales, ideal para hidratación saludable sin extraer agua de fuentes convencionales. Es una propuesta que conecta innovación alimentaria con acción climática concreta. Finalmente, Paleatos introduce una solución sorprendente: utensilios comestibles hechos de biomaterial. Desarrollados con el respaldo técnico de CeTA, estos palillos comestibles reemplazan utensilios de un sólo uso y permiten a la industria gastronómica cumplir con normativas ambientales de forma creativa, práctica y deliciosa. RED DE INNOVACIÓN NACIONAL Estas seis iniciativas reflejan el compromiso de CeTA con el desarrollo de alimentos más saludables, sostenibles y alineados con los desafíos del siglo XXI. Su impacto no se limita a los productos: transforma la manera en que se concibe la innovación, con enfoque territorial, trabajo colaborativo e infraestructura tecnológica al servicio del país.
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