El 1 de junio se conmemora en todo el mundo, esta efemérides alimentaria, que encuentra a la industria láctea en pleno proceso de incorporar nuevas y avanzadas estrategias biotecnológicas, de producción, inocuidad y sostenibilidad. ![]() l procesamiento industrial de leche ha evolucionado de manera significativa en los últimos años, con el objetivo de optimizar la producción y garantizar tanto la inocuidad como la seguridad de su distribución en el mercado. Actualmente, los avances de esta industria se reflejan en la adopción de tecnologías digitales, automatización e innovaciones biotecnológicas, que contribuyen a mejorar la eficiencia y sostenibilidad, así como a garantizar su consumo seguro. Metas que resultan vitales para proveer a las personas de una fuente segura y constante de nutrientes esenciales para el organismo, tales como proteínas de alta calidad, minerales y grasas. LUCHA CONTRA LA INSEGURIDAD De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el desarrollo del sector lácteo constituye un instrumento sostenible, equitativo y poderoso para lograr el crecimiento económico, la seguridad alimentaria y la reducción de la pobreza. Esto se debe a que la actividad lechera es una fuente regular de ingresos, proporciona alimentos nutritivos, mejora el uso de los recursos y genera empleo. Metas que en la actualidad son fundamentales para combatir la inseguridad alimentaria, que ocurre cuando una persona carece de acceso regular a suficientes alimentos inocuos y nutritivos que le permitan un crecimiento y desarrollo normales, para llevar una vida activa y saludable. Un fenómeno que, desgraciadamente, aún tiene alta prevalencia pues, según FAO, más del 9% de la población mundial vive en condiciones de inseguridad alimentaria, lo que se traduce en que cerca de 720 millones de personas padece hambre, y más de 520, sufren desnutrición crónica. APORTE TECNOLÓGICO Ante esta problemática, Tetra Pak, empresa multinacional sueca reconocida mundialmente por sus soluciones de procesamiento y envasado de alimentos y bebidas, ha impulsado diversas estrategias para contribuir con la seguridad alimentaria. Estas acciones se estructuran a partir de diversos ejes, entre los que se encuentra la reducción del desperdicio de leche, a través del desarrollo de nuevas tecnologías de procesamiento que evitan deterioro, daños y pérdidas, garantizando la inocuidad de este alimento, para un mayor número de personas. Actualmente, Tetra Pak innova constantemente en el desarrollo de envases de última generación, no solo con el propósito de proteger alimentos como la leche de la luz, el aire y los microorganismos para prolongar su vida útil, sin necesidad de refrigerarlos o de agregarles conservantes, sino también de que puedan ser transportados y almacenados en condiciones seguras, en cualquier lugar. Adicionalmente, estos envases, fabricados con materiales obtenidos de fuentes gestionadas responsablemente y certificadas, pueden ser reciclados para ser transformados en nuevos productos. Las tecnologías usadas en la industria láctea están cada vez más presentes a lo largo de toda la cadena de valor: desde la producción, almacenamiento y recolección, hasta el transporte, procesamiento y envasado. AVANCES CONCRETOS Al respecto, el experto en producción lechera y gerente de Producto de Tetra Pak, Anders Andren, comenta que “las tecnologías inteligentes pueden ayudan a optimizar cada paso de la cadena de valor”. Algunas de estas soluciones son las siguientes: 1. Gestión efectiva de los establecimientos lecheros: A través de las tecnologías de automatización y procesamiento, los productores pueden supervisar de manera activa estas variables y hacer intervenciones oportunas para mejorar la reproducción, la eficiencia de la producción, el bienestar animal y la inocuidad alimentaria. 2. Producción de leche “inteligente”: El cambio hacia la tecnología conectada se vuelve una obligación para los productores lecheros que desean mantenerse competitivos. "Aquellos que utilizan las tecnologías de automatización pueden eliminar gran parte del trabajo involucrado en el proceso de ordeño", comenta Anders, "lo que libera tiempo para una gestión efectiva de los establecimientos lecheros y aumenta la eficiencia general de la producción", agrega. 3. Garantizar la calidad y seguridad de los alimentos: Los productos lácteos de alta calidad que se conservan a temperatura ambiente, dependen de un tratamiento de calor preciso que garantice la esterilidad comercial, sin modificar el sabor ni el valor nutricional. En el tratamiento a altas temperaturas (UHT), el objetivo es maximizar la destrucción de microorganismos al tiempo que se reducen al mínimo los cambios en el producto. Esto significa encontrar la combinación óptima de temperatura y tiempo de procesamiento para los diferentes tipos de alimentos. 4. Operaciones sostenibles: Para mantenerse competitivos, los productores lácteos tienen que aprovechar las tecnologías de procesamiento y envasado que reducen el uso de agua y las emisiones de carbono. De este modo, y en el marco del “Día Mundial de la Leche”, la leche reafirma su lugar como un alimento completo, funcional y al alcance de todos, con una oferta cada vez más diversa (light, deslactosada, enriquecida, descremada), y tecnología que garantiza su seguridad y conservación.
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Iniciativa de colaboración académica, institucional y social, es liderada por las profesoras Lorena González y Andrea Poblete, y cuenta con la participación de estudiantes de la asignatura optativa de Inocuidad Alimentaria. ![]() a Escuela de Alimentos de la PUCV puso en marcha un valioso proyecto de vinculación con el medio, enmarcado dentro del ámbito de trabajo social de dicha casa de estudios superiores. La iniciativa, denominada “Formación en Buenas Prácticas para Ecomercados Solidarios”, es liderada por las profesoras Lorena González y Andrea Poblete; y cuenta con la participación de estudiantes de la asignatura optativa de Inocuidad Alimentaria. Su objetivo central es la formación especializada en buenas prácticas de manufactura, para asegurar el correcto procesamiento y almacenamiento de alimentos destinados a familias beneficiarias de los ecomercados solidarios de Valparaíso, Viña del Mar y San Felipe. Según explican sus organizadores, este innovador proyecto de vinculación busca fortalecer la seguridad alimentaria, promoviendo el cuidado de la salud pública. Para tales efectos se realizan diversas actividades que incluyen talleres formativos y prácticos en el Laboratorio de Procesos de la Escuela de Alimentos. Allí se elaborarán productos orientados especialmente a reducir el desperdicio y optimizar la inocuidad. Mediante este proyecto se espera capacitar a más de 30 usuarios de los ecomercados solidarios, generando espacios de aprendizaje mutuo, colaboración interdisciplinaria y compromiso social. Asimismo, el proyecto contempla la integración de profesionales de FOSIS y las municipalidades participantes, así como la colaboración de estudiantes de la carrera de Tecnología Médica PUCV, consolidando una experiencia educativa con impacto directo en la comunidad. Al respecto, la profesora Lorena González destaca que “este proyecto representa una valiosa oportunidad de aprendizaje mutuo, donde la universidad y las comunidades se enriquecen compartiendo saberes sobre el manejo seguro de los alimentos”. Objetivos que, simultáneamente generan valiosas instancias de colaboración entre estudiantes, académicos, profesionales y familias beneficiarias de los ecomercados solidarios.
OTRAS INFORMACIONESLa implementación de nuevos sistemas de higiene para operarios y visitantes de plantas, mediante tecnología que refuerza la prevención de riesgos en entornos productivos, contribuye a una mayor inocuidad y seguridad general. ![]() a tecnología se ha convertido en un aliado estratégico para abordar los crecientes desafíos que enfrenta la industria alimentaria en materia de seguridad e inocuidad. De hecho, su incorporación permite optimizar procesos, garantizar mayor trazabilidad y asegurar el cumplimiento de los más altos estándares que se exigen a nivel nacional e internacional para los productos procesados. Por ello, hoy más que nunca, las empresas del sector tienen la responsabilidad de cumplir con normativas que aseguren la inocuidad de los alimentos. Una de las más relevantes es la norma HACCP (Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control), cuyo propósito es identificar, evaluar y controlar los riesgos biológicos, químicos y físicos a lo largo de toda la cadena de producción, desde el inicio del proceso hasta el producto final. En este contexto, la empresa chilena Silbertec ha implementado nuevas soluciones tecnológicas orientadas a optimizar la higiene y la seguridad alimentaria. Para ello, ofrece una nueva gama de maquinarias que permiten enfrentar los riesgos del sector, cumpliendo las exigencias normativas locales e internacionales. “Gran parte de las plantas productivas y de packaging son auditadas por las autoridades del país de destino. Chile, como economía abierta, no sólo debe regirse por normativas locales, sino también por las exigencias internacionales de los mercados a los que exporta”, afirma Jaime Vicente, Gerente Comercial de Silbertec. Entre las soluciones tecnológicas que ofrece la compañía se encuentran filtros sanitarios y estaciones de higiene diseñadas para operarios y visitantes. Esto asegura que toda persona que ingrese a la planta pase por procesos de limpieza adecuados. El diseño sanitario de los equipos está entre las características más valoradas, ya que estas máquinas están diseñadas para evitar puntos ciegos donde pueda acumularse agua, facilitando así una limpieza rápida y eficaz. “Eso es parte de la normativa europea y de nuestros fabricantes. El diseño de estas soluciones está pensado para cumplir con las normas de higiene y los requisitos necesarios para trabajar con alimentos”, agrega Vicente. El ejecutivo también enfatiza la importancia de estos sistemas durante fechas donde se incrementa el consumo de alimentos altamente perecibles, como pescados, mariscos y carnes frescas. “Ha habido casos de intoxicaciones por consumo de productos en mal estado. Hoy, en cambio, la seguridad que entrega la incorporación de estas máquinas a las plantas de alimentos, nos permite garantizar que todos los productos sean manipulados y envasados de manera adecuada, lo que extiende su vida útil y brinda confianza, tanto al consumidor como al canal de distribución”, asegura Vicente.
OTRAS INFORMACIONESEscuela de Alimentos de la destacada casa de estudios superiores, será anfitriona del XXIII Congreso ALACCTA y del XXIV Congreso de SOCHITAL, que se realizarán en la ciudad puerto entre el 9 y 11 de abril. ![]() ajo el lema “Alimentos para el mañana: Ciencia, Tecnología e Innovación para una alimentación sostenible y saludable”, expertos de Chile y el mundo se darán cita en la Escuela de Alimentos de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. El marco de este trascendental acontecimiento, será la realización del XXIII Congreso de la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Ciencia y Tecnología de Alimentos (ALACCTA), y del XXIV Congreso de la Asociación Chilena de Ciencia y Tecnología de Alimentos (SOCHITAL), de los que la destacada casa de estudios superiores de la ciudad puerto, será anfitriona. Este importante encuentro científico y tecnológico internacional, que se celebrará entre el 9 y 11 de abril, reunirá a destacados expertos de la industria alimentaria, tanto de Chile como de América Latina y el mundo, quienes abordarán los avances más recientes en el sector, así como sus desafíos futuros. CIENCIA ALIMENTARIA DE CHILE PARA EL MUNDO Según explican sus organizadores, este congreso será una plataforma para el intercambio de conocimientos, con el fin de promover innovaciones y estrategias que permitan enfrentar los desafíos actuales de la industria alimentaria, en el ámbito de la salud, sostenibilidad y seguridad alimentaria. Para estos efectos, el congreso se centrará en tres grandes ejes temáticos: 1. Ciencia y tecnología de los alimentos para nutrición y bienestar: Este eje abarcará tópicos como ciencia de materiales alimentarios, evaluación sensorial, alimentos funcionales, nutrición especializada, biodisponibilidad, bioaccesibilidad y revalorización de alimentos tradicionales, entre otros. En este sentido, los expertos presentarán y analizarán innovaciones para mejorar la salud y el bienestar a través de la alimentación. 2. Innovación tecnológica para procesamiento sostenible de alimentos: Se explorarán avances en análisis de alimentos, tecnologías de conservación, sensores y biosensores, biotecnología alimentaria, y tecnología de envases, con énfasis en un enfoque sostenible que reduzca la huella hídrica y de carbono. 3. Desafíos en Inocuidad y regulación alimentaria: Este eje abordará la microbiología y toxicología de los alimentos, detección de contaminantes, fraude alimentario y políticas públicas, con el objetivo de garantizar la seguridad alimentaria y armonización legislativa a nivel regional. Más información sobre horarios, inscripciones, así como el programa completo de la actividad, se pueden encontrar en el sitio web oficial del congreso.
OTRAS NOTICIASClave para GarantizarSeguridad e InocuidadSilbertec, empresa de soluciones de packaging, destaca la importancia de desarrollar e implementar nuevas tecnologías de preservación alimentaria, que optimicen la calidad de los productos y preserven la salud de la población. ![]() l envasado de alimentos representa un elemento crítico en la cadena de valor alimentaria, pues es la barrera de protección que garantiza la calidad, frescura y seguridad de los productos que llegan al consumidor final. En la actualidad, las tecnologías avanzadas de envasado no solo preservan los alimentos, sino que también prolongan su vida útil y mantienen sus propiedades organolépticas intactas. En este contexto, la empresa chilena Silbertec se posiciona como un aliado estratégico para los productores de la industria alimentaria, ofreciendo soluciones tecnológicas de clase mundial. Al respecto, Jaime Vicente, gerente comercial de la compañía, comenta que "la contaminación por exposición al aire es una de las principales preocupaciones en la producción de alimentos, especialmente aquellos destinados a eventos masivos”. “Por ello -agrega-, nuestras envasadoras con tecnología de atmósfera modificada abordan directamente este desafío, sustituyendo el aire común por una mezcla de gases especialmente formulada para preservar los alimentos y protegerlos de contaminantes externos". La empresa, que trabaja con socios estratégicos europeos, garantiza el cumplimiento de rigurosos estándares internacionales de calidad y cuenta con certificación ISO, asegurando así la máxima calidad en sus procesos y productos. "Nuestra tecnología se adapta a las necesidades específicas de cada tipo de alimento, ya sean productos frescos, preparados o perecibles, manteniendo siempre los más altos estándares de calidad y seguridad alimentaria", agrega Vicente. El compromiso de Silbertec va más allá de la seguridad alimentaria, extendiéndose también hacia la sostenibilidad. Para ello, la empresa está desarrollando actualmente empaques con materiales biodegradables y de fuentes renovables, respondiendo así a la creciente demanda de soluciones más amigables con el medio ambiente. Los beneficios para los clientes que implementan estas tecnologías van desde la optimización de sus procesos productivos y la reducción de desperdicios, hasta el aumento significativo de la vida útil de sus productos. Esto se traduce en mayor rentabilidad y competitividad para las empresas productoras del sector alimentario, especialmente durante el desarrollo de eventos y festividades al aire libre, como festivales, competencias deportivas, vendimias, ramadas de fiestas patrias, y conciertos masivos, entre otros.
OTRAS NOTICIASIncrementan Nocivos Efectosdel Cambio ClimáticoSegún María Elvira Zúñiga, directora de CREAS, los alimentos no consumidos que se desechan, generan un 3,3 gigatoneladas de dióxido de carbono equivalente por año. ![]() os alimentos no consumidos que cada año se desechan en todo el mundo, generan 3,3 gigatoneladas (Gt) de dióxido de carbono equivalente, cifra comparable a la emisiones globales de países en extremo contaminantes. Así lo afirmó María Elvira Zúñiga, directora del Centro Regional de Estudios en Alimentos Saludables (CREAS), institución ubicada en el Campus Curauma de la PUCV. En un llamado a abordar los desafíos climáticos del sistema alimentario, la investigadora destacó la importancia de reducir tanto las emisiones provenientes de la producción de carne, como del impacto de los alimentos que se desperdician. De acuerdo con cifras de la FAO, la ganadería generó 7,1 Gt de dióxido de carbono equivalente (CO2eq) en 2013, cifra que se redujo a 6,2 Gt en 2023. Aunque la producción de vacuno continúa siendo responsable de 3,8 Gt, la ingeniera de la PUCV se muestra optimista sobre el potencial de tecnologías como la carne cultivada y los productos alternativos basados en plantas para reducir estas emisiones en la próxima década. “El sector alimentario está mostrando avances significativos en la mitigación de gases de efecto invernadero, y las innovaciones en proteínas alternativas están acelerando este cambio”, señaló Zúñiga. AMENAZA MORTALSin embargo, el desperdicio de alimentos plantea un reto aún mayor. Según FAO, un tercio de los alimentos producidos a nivel mundial no se consume, lo que genera 3,3 Gt de CO2eq. Este problema, que abarca desde residuos agrícolas hasta desperdicios domésticos, requiere soluciones diversificadas y urgentes. “Mitigar de alguna forma los gases de efecto invernadero que se producen debido a estos residuos, descartes y desperdicios de alimentos es más complejo de solucionar y requerirá de respuestas diversificadas”, aseguró la directora de CREAS. “Debemos considerarlo como prioridad, porque lograr avances significativos en esta materia es fundamental para alcanzar el objetivo de NetZero en 2050, una estrategia que busca equilibrar las emisiones de gases de efecto invernadero con su eliminación de la atmósfera”, agregó. Desde CREAS, se están desarrollando proyectos para transformar residuos alimentarios en productos de mayor valor agregado, aprovechando los principios de la economía circular, entre ellos el Proyecto ANID Regional R23F0004, “INTERESA”, sobre revalorización del bagazo de vino y cerveza y el Programa TT Green Foods, de transferencia tecnológica. Asimismo, los equipos de investigación trabajan en evaluar propiedades bioactivas de los descartes y diseñar tecnologías sostenibles que permitan escalar soluciones innovadoras. “El objetivo es crear alimentos estables, saludables y sostenibles que aprovechen al máximo los recursos disponibles”, explicó Zúñiga, quien enfatizó la importancia de transferir estas tecnologías al sector productivo.
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