Estudio sugiere que aumento de temperatura afectará la calidad y aspectos funcionales de las frambuesas, con mayor efecto en zonas que hoy registran temperaturas altas constantes, como las regiones del centro. ![]() os expertos en nutrición, medicina y calidad de vida, coinciden en que las frambuesas son una fuente valiosa de vitaminas, minerales, fibra dietética y compuestos antioxidantes. Sin embargo, al igual que muchos cultivos frutales de nuestro país, podrían verse afectadas por el cambio climático, en particular por el constante aumento de la temperatura. Con esta pregunta en mente, investigadores del Centro Regional de Estudios en Alimentos Saludables (CREAS) asociado a la Pontifica Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), y a la Universidad Austral de Chile, en el marco de un proyecto FONDECYT, evaluaron el impacto del incremento de temperatura en la calidad y propiedades funcionales de la frambuesa (Rubus idaeus L.), variedad Heritage. Para ello, consideraron tanto condiciones de campo, como experimentos en cámaras térmicas, con un alza aproximada de 4 °C. El estudio se titula “Efectos del aumento de la temperatura durante el crecimiento y la maduración del fruto sobre la calidad, las propiedades sensoriales y antioxidantes de la frambuesa (Rubus idaeus L.) cv. Heritage” y fue publicado en la revista científica internacional Foods. PRINCIPALES LÍNEAS DE TRABAJO El trabajo académico analizó cómo las variaciones térmicas derivadas del cambio climático, inciden en atributos específicos de la frambuesa chilena. Esto incluyó aspectos tales como tamaño, textura, contenido de sólidos solubles y presencia de compuestos bioactivos como flavonoides, antocianinas y vitamina C. Para ello se desarrollaron experimentos en dos huertos ubicados en regiones con condiciones agroclimáticas contrastantes en Chile: Casablanca (Región de Valparaíso) y Paillaco (Región de Los Ríos). En ambos sitios se emplearon cámaras que incrementan la temperatura ambiente en aproximadamente 4 °C. Los resultados revelaron que, aunque las frambuesas expuestas a alzas de temperatura alcanzaron un mayor tamaño, presentaron una textura más blanda en comparación con las frutas del control. Además, se observó una disminución en el contenido de sólidos solubles y vitamina C en las muestras sometidas a altas temperaturas, mientras que la acidez titulable no mostró un patrón consistente. Al mismo tiempo, no se identificó un comportamiento claro en cuanto a los niveles de flavonoides y antocianinas. Por otra parte, el análisis sensorial identificó menor uniformidad del color en las frutas de la zona central expuestas al aumento térmico. Por el contrario, otros parámetros sensoriales no se vieron afectados, ni en las variedades de Casablanca, como tampoco en el huerto de la zona sur. CONCLUSIONES REVELADORAS Los autores del estudio estiman que algunos de los cambios detectados, pueden pasar inadvertidos a nivel sensorial por los consumidores, con excepción de ciertos aspectos visuales como la uniformidad del color. Sin embargo, todos los análisis realizados demuestran que el aumento de la temperatura, asociado al cambio climático, podría afectar tanto la calidad, como algunos atributos funcionales de la frambuesa. Resultados que incrementan la necesidad de aplicar acciones inmediatas para tratar de mitigar los efectos de esta contingencia, tanto a nivel de políticas centrales como de acciones sectoriales orientadas a reducir las factores que contribuyen directamente al trastorno ambiental.
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