La nueva líder de esta entidad, que coordina la interacción solidaria entre grandes empresas productoras y distribuidoras, con centros sociales y personas vulnerables, confía en incrementar las donaciones, llegar a más personas afectadas por inseguridad, reducir el desperdicio de alimentos, y mitigar la emisión de gases de efecto invernadero. ![]() na sonrisa de satisfacción y orgullo ilumina el rostro de Alicia Hidalgo, cuando comenta en detalle el trascendental trabajo solidario que constantemente realiza Red de Alimentos. Y aun cuando esta energética y motivada ingeniera comercial, asumió solo hace muy poco como gerenta general de esta organización sin fines de lucro, de inmediato se imbuyó del profundo espíritu solidario que caracteriza su trascendental labor. Un enorme, complejo y agotador trabajo de equipo, que anualmente permite entregar cerca de 14.000 toneladas de alimentos a 335 organizaciones sociales, que a su vez atienden más de 1.500 centros de asistencia a la comunidad a lo largo del país. Universo que incluye un importante núcleo de hogares de niños y adultos mayores en situación de vulnerabilidad social. Todo ello se traduce en más de 300.000 personas beneficiadas a lo largo de todo Chile, y que cuentan con alimentos seguros, inocuos, nutritivos y esenciales para su calidad de vida, pero que adicionalmente también reciben cerca de 7 millones de unidades de productos de cuidado e higiene personal (gracias a los convenios establecidos por la Red, con diversas empresas productoras y distribuidoras). SOLIDARIDAD MULTIPLICADA Claro que, tal como explica Alicia Hidalgo, el trabajo de Red de Alimentos, no solo representa un valioso aporte para la salud y nutrición de la población, sino que también constituye un trascendental esfuerzo por cuidar el medio ambiente. De hecho, el trabajo de recolectar alimentos y distribuirlos entre quienes los necesitan, significa que, desde 2010 a la fecha, la Red ha evitado que se emitan más de 200.000 toneladas de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera (según estudios realizados por la Pontificia Universidad Católica de Chile). Este dañino Gas de Efecto Invernadero (GEI), que tiene incidencia directa en el cambio climático, se hubiese generado si todos los alimentos frescos “rescatados” por la Red hubiesen terminado en un relleno sanitario, en lugar de ser entregados a miles de niños y adultos vulnerables. Y es precisamente este doble trabajo esencial, lo que hoy motiva tanto a Alicia Hidalgo como a todo su equipo, a seguir redoblando esfuerzos para sumar a más empresas, tanto productoras como agrícolas. Con estas armas y voluntad, esta red solidaria aspira a terminar no solo con la inseguridad alimentaria que hoy vive un segmento importante de la población chilena (alrededor de 19%, según cifras de FAO), sino también con el absurdo e insensible desperdicio de productos aptos para el consumo. - Alicia, ¿Qué significa para ti asumir este desafío al frente de Red de Alimentos, en un contexto donde la industria precisamente debe ser más eficiente, inocua y sostenible? Me siento contenta y orgullosa por la oportunidad de sumarme a este gran equipo, que ya lleva 14 años trabajando para hacer de nuestro país un mejor lugar para vivir; porque no debemos olvidar que una parte muy importante de nuestra población, especialmente niños menores de 5 años y adultos mayores, vive en una permanente inseguridad alimentaria. En ese aspecto, estamos seguros de que, como red, haremos un aporte realmente importante. - ¿Cómo se dio esta instancia de liderar Red de Alimentos? ¿Es parte de tu vocación? De todas maneras. De hecho, ya tengo experiencia en temas sociales y medioambientales, porque trabajé en manejo de residuos industriales impulsando a numerosas organizaciones privadas hacia el Zero Waste (cero residuos). Por lo tanto, he estado involucrada en temas de sostenibilidad y una parte muy importante de nuestros clientes pertenecían, precisamente, a la industria de alimentos, así que este sector no es desconocido para mí. Además, la responsabilidad social siempre me ha atraído, y este último tiempo estuve trabajando para disminuir las brechas de desarrollo en sectores vulnerables rurales a lo largo de Chile. Así que he visto de cerca que aún existe una gran cantidad de chilenos vulnerables y en riesgo alimentario, a quienes tenemos el deber de sumar al desarrollo de nuestro país. - ¿Cuáles son los principales desafíos que te planteas en este nuevo cargo? ¿Qué proyectos aspiras a implementar o impulsar? Bueno, tenemos desafíos muy importantes, aunque quiero recalcar que no son solo míos, sino de todo el equipo. En primer lugar, nos interesa ser más conocidos, porque una parte muy importante de nuestro trabajo no ha sido tan difundido. Además, queremos aumentar la cantidad de beneficiarios, para reforzar la cobertura de la población que hoy vive inseguridad alimentaria y, al mismo tiempo, contribuir a la carbono neutralidad del sector alimentario y del país en general. Y eso podemos lograrlo si reducimos de manera importante las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) que se generan, cuando miles de toneladas de alimentos frescos y saludables terminan en un relleno sanitario, por mala gestión o desconocimiento. COBERTURA NACIONAL - ¿A cuántas personas en situación de vulnerabilidad ayudan actualmente, y en cuánto aportan a la reducción de GEI? Hoy atendemos a cerca de 300.000 personas a través de la distribución directa de alimentos, o mediante convenios con organizaciones sociales. Esto se traduce en la reducción aproximada de 14.000 toneladas de GEI anuales, gracias a la recuperación y aprovechamiento efectivo de alimentos frescos y en buen estado. - ¿Atienden a todas ellas en forma directa? Atendemos directamente a cerca de 5.000 personas mediante nuestras “despensas sociales”, ubicadas cerca de comunas con alto porcentaje de población en riesgo alimentario, especialmente adultos mayores con ingresos muy inferiores al sueldo mínimo. A eso se suman los convenios establecidos con más de 300 instituciones sociales a lo largo de todo el país, que nos permiten alcanzar nuestra cobertura actual. Sin embargo, sabemos que todavía hay muchísimas personas en la misma condición, que necesitan ayuda urgente. Por eso, queremos aumentar la cantidad de beneficiarios, aunque para ello también necesitamos incrementar la cantidad de productos que somos capaces de rescatar, incluyendo frutas, verduras y también alimentos procesados o envasados. - ¿Cómo se organizan para atender oportunamente las necesidades alimentarias de tantas personas? Mediante un trabajo logístico en el que participan numerosas empresas productoras y las principales cadenas de retail del país. Con ellos tenemos una relación muy positiva, lo que nos permite acceder a una importante cantidad de alimentos e, incluso, artículos de aseo personal, como pañales, desodorantes y jabón, entre otros. Cuando recopilamos estos productos, los identificamos y clasificamos en nuestro centro de distribución ubicado en la comuna de San Bernardo, luego los almacenamos en nuestras bodegas o cámaras de frío, según corresponda, y los dejamos listos para ser distribuidos en el tamaño o formato más adecuado. Simultáneamente podemos conectar directamente a las organizaciones sociales asociadas con diversas empresas productoras de alimentos, supermercados o almacenes que tengan productos próximos a vencer, pero aún aptos para consumo humano. De hecho, en el último tiempo hemos ampliado esta acción, para que también abarque alimentación de mascotas. Esto nos ha permitido rescatar una cantidad importante de alimentos para animales, que también podría haber terminado descomponiéndose en un relleno sanitario y generando más GEI. De este modo logramos que los costos de alimentación, de las organizaciones sociales que forman parte de nuestra red, incluyendo hogares de niños y ancianos, disminuyan en forma importante. Esto a su vez les permite destinar esos recursos a otras labores, lo cual es un orgullo, pues nos permite contribuir de manera significativa a sus respectivos logros. - ¿Y cómo logran coordinarse oportunamente con todas estas empresas y organizaciones sociales de todo el país? Tenemos una plataforma digital que nos permite agrupar a las organizaciones y, al mismo tiempo, identificar las necesidades de alimentación de la población vulnerable que atienden. Esta plataforma s propia y cuenta con un algoritmo capaz de encontrar e identificar alimentos para donación, en empresas productoras o de retail que estén geográficamente cerca de las respectivas organizaciones, lo que aseguran un recolección y distribución oportuna. La rapidez de este sistema es vital, porque en ocasiones encontramos y recibimos productos que están a días de vencer y necesitamos geolocalizar inmediatamente a quiénes los necesitan. Para ello, el algoritmo identifica y caracteriza a las organizaciones sociales, clasifica sus necesidades y disponibiliza los productos que requieren. Esto permite que se les hagan llegar, o los retiren ellas mismas, lo antes posible. - ¿Es muy complejo sumar a organizaciones que no siempre se comunican o entienden el lenguaje digital? Ha sido complejo. Pero nuestra área de gestión social se encarga de capacitar y orientar la digitalización de todas las organizaciones que se incorporan a la Red. En ese sentido, nuestras asistentes sociales hacen un trabajo intenso en terreno, siempre atentas a entregar el servicio cuando alguien presenta un problema. Quienes trabajan en la red desde sus inicios, me comentan que antes era mucho más complejo, porque había que capacitar una a una a prácticamente todas las organizaciones, y también a las asistentes sociales, pero hoy ya tenemos una base consolidada de competencias y habilidades digitales, así que el trabajo es más sencillo y puede hacerse más rápido. - ¿Sienten que están marcando una pauta para que esta solidaridad alimentaria crezca en todo el país? Más que ser referentes, nuestra meta principal es demostrar que, cuando hay voluntad, deseos y un norte muy claro, todo es posible, especialmente en materia de solidaridad con quienes viven en situación de vulnerabilidad e inseguridad alimentaria. De hecho, cuando la red comenzó a trabajar, tampoco teníamos recursos para armar esta plataforma digital, y se logró con iniciativa y decisión para postular a un fondo de Google. Hoy estamos postulando también a otros fondos de innovación internacional, que nos ayudarán a modernizar la plataforma e incorporar nuevas tecnologías. Esa determinación fue lo que visualicé cuando me incorporé a este equipo, y es lo que queremos transmitir a toda la sociedad, pues eso hace que, finalmente, las cosas ocurran para bien. RED EN CRECIMIENTO - ¿Cuántas empresas forman parte de la red actualmente, y a cuántas desean incorporar en el corto plazo? Hoy tenemos más de 200 empresas de diversos rubros vinculadas a la red, incluyendo, como mencioné antes, grandes marcas de alimentos procesados y las cuatro principales cadenas de retail del país. Pero siempre tenemos el desafío de ir incorporando más, en especial del mundo agrícola. En ese sentido, hemos estado haciendo un trabajo intenso, porque la agroindustria no ha estado tan involucrada con la red. Por eso ampliamos nuestra infraestructura para incorporar a más empresas de ese sector. - ¿Y a cuántas personas esperan atender en el corto a mediano plazo? Este año esperamos incrementar entre 20% y 25% la cantidad de alimentos recepcionados, y eso inmediatamente nos permitirá atender a más personas. - ¿Es una meta factible? ¿Consideran que hay suficiente sensibilidad, conciencia o empatía por parte de las empresas, o aún faltan brechas importantes por cerrar? Como todo en la vida, hay empresas u organizaciones que tienen sus propósitos sociales, comunitarios y medioambientales mucho más claros que otras. De hecho, hay algunas que realmente incluyen el relacionamiento comunitario solidario como uno de sus pilares estratégicos. Sin embargo, también tuvimos algunas experiencias negativas hace algunos años, aunque en ese sentido creo que hoy existe una conciencia mucho mayor. Por eso, nuestro trabajo es tratar de sensibilizar no solo a las empresas, sino también a la población en general, para que todos se involucren con esta causa, porque la idea es ir sumando más socios a esta red, de todos los rubros y sectores. - ¿Y la industria agroalimentaria es su mayor desafío actual? Lo que ocurre con el agro, es que no todas la empresas o productores tienen cercanía con las plataformas digitales, y además son, en general, mono productores. Entonces, hace falta diversificar su capacidad de entregar donaciones y, además, debemos superar el desafío logístico que implica ir hasta a los campos a retirar los alimentos, porque no siempre los vienen a dejar. Hay agricultores con mayor sensibilidad que transportan sus productos a nuestro centro de distribución, pero no son todos. Así que, básicamente ahora nuestro esfuerzo está dedicado a tocar puertas, hacer contactos y lograr que todos se vayan sumando a la red. - ¿Y en qué zonas están concentrados de momento? La red funciona muy bien tanto para el centro de distribución en la Región Metropolitana, como para el retiro “directo en tienda” que organizamos mediante nuestra plataforma digital, desde Arica a Punta Arenas. - ¿Es posible retirar directamente en el local o sucursal del donador? Por supuesto, en esos casos conectamos a la tienda de retail o al productor, con alguna de nuestras organizaciones sociales que esté ubicada cerca, para que puedan retirar los alimentos directamente. Esto opera de la siguiente forma. Cuando algún local o mercado regional pone a disposición de la red cierta cantidad de productos, los sube a nuestra plataforma virtual y de inmediato las organizaciones mapeadas e incorporadas a la red, que estén más cerca del donante, pueden acceder a esos alimentos. Para eso se consideran anillos concéntricos de 5 km a la redonda, donde el algoritmo identifica a todas las organizaciones sociales aptas para recibir el producto. Si no aparece ninguna, se incrementa el radio concéntricamente hacia afuera, hasta que encontremos alguna organización a la que se asignan los alimentos para que los retire “directo en la tienda”. Alrededor del 10% de todas las toneladas de alimentos que nosotros entregamos al año, se asignan mediante esta red virtual de retiro directo en tienda. - ¿Esperan implementar nuevas iniciativas como, por ejemplo, relaciones con instituciones públicas o ampliar su red de colaboradores hacia otras instituciones? Siempre estamos disponibles a incorporar a cualquier organización que atienda a población vulnerable y requiera que colaboremos con su alimentación. Además, nos coordinamos constantemente con instituciones gubernamentales, como el Servicio de Impuestos Internos y los diferentes Servicios de Salud, porque este es un proceso complejo, donde debemos asegurar la transparencia del proceso de donación y, al mismo tiempo, cumplir normas tributarias y de higiene. De hecho, al momento de recibir los productos emitimos y entregamos un certificado de donación, que es un muy relevante para las empresas, en términos de cumplimiento tributario. - ¿Y cómo supervisan la inocuidad? En nuestro centro de distribución tenemos almacenes, cámaras de frío y frigoríficos, que nos permiten refrigerar y congelar alimentos perecibles, asegurando que, las frutas por ejemplo, se mantengan en las mejores condiciones hasta su entrega. Esto nos brinda la capacidad de asegurar la plena inocuidad de todos los productos agrícolas, característica que además se asegura mediante certificados de origen y siguiendo todas las indicaciones técnicas entregadas por el productor. Además, al momento de recibir las donaciones las clasificamos de manera rigurosa, de modo que todo lo que no está apto para el consumo se recicla. - ¿Y en los próximos años esperan incrementar esa infraestructura? En términos de infraestructura física ya estamos bien preparados para recibir una mayor cantidad de productos y cumplir las metas de crecimiento estipuladas. El desafío se orienta ahora a optimizar la capacidad de nuestra plataforma digital, pues eso nos permitirá atender cada vez más rápido y con mayor eficiencia. Asimismo, nos ayudará dar nuestro siguiente gran paso, que es sumar a la red al segmento de casinos y banquetería, donde se producen muchos alimentos preparados que están en riesgo de desperdiciarse. La plataforma modernizada nos permitirá acceder a esos alimentos preparados y ampliar, así, la variedad nutritiva de nuestra cobertura, tanto para organizaciones sociales, como para personas. Esperamos que ya en 2026 todo este se encuentre plenamente operativo. SOLIDARIDAD Y CONVIVENCIA![]() ed de Alimentos atiende a un importante número de beneficiarios individuales en situación de riesgo y vulnerabilidad social de la Región Metropolitana, principalmente personas de la tercera edad, quienes pueden retirar alimentos desde las despensas sociales.
Para ello, las asistentes sociales de la institución entrevistan a las personas en situación de vulnerabilidad que solicitan este beneficio, a través de la página web o de visitas directas. Luego de realizar una evaluación preliminar, les hacen completar una ficha que las incorpora como “socios” de estas despensas sociales, lo que les permite retirar alimentos una vez a la semana. Y, tal como explica Alicia Hidalgo, en estas instancias se genera un doble efecto positivo, porque más del 70% de los adultos mayores que concurre a retirar sus alimentos viven solos, así que cada despensa se transforma en un verdadero centro comunitario donde también se han comenzado a dictar talleres, y los adultos mayores pueden interactuar y socializar entre ellos. “Es decir, no solo es una red de alimentación, sino también una red de amistad e interacción, que les brinda apoyo y compañía”, enfatiza la gerenta general de Red de Alimentos. GALERÍA
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