El crecimiento del ecosistema emprendedor alimentario nacional, se ha beneficiado en los últimos años por el destacado aporte de un creciente número de mujeres innovadoras, cuya presencia no solo crea nuevas oportunidades de negocio en los mercados interno y externo, sino que también forja una valiosa plataforma de I+D+i, para el desarrollo de conocimiento técnico y científico. ![]() ara nadie es un misterio, que el empuje femenino se ha transformado, gradual y sostenidamente, en un elemento clave para el crecimiento del ecosistema emprendedor nacional. De hecho, según estadísticas del ministerio de Economía, hoy las mujeres representan 38,6% del universo de emprendimientos operativos, lo que equivale a cerca de 795 mil empresas. En otras palabras, su aporte es esencial para impulsar el crecimiento de un sector que cada día genera nuevas oportunidades para la creación de empleos, la apertura de nuevas oportunidades de negocio y la conquista de atractivos mercados internos y de exportación. Variables que, simultáneamente, se suman a la disponibilidad de atractivas herramientas de I+D+i, que contribuyen a la generación de valioso conocimiento científico y biotecnológico, no solo para nuestro país, sino también para toda la humanidad. INNOVACIONES SALUDABLES, NUTRITIVAS Y SOSTENIBLES Este trascendental aporte también se refleja de manera elocuente en el sector alimentario, pues en la última edición del Catálogo de Innovación Alimentaria, producido por el programa Transforma Alimentos de CORFO, 25 de las 50 empresas seleccionadas, son lideradas por mujeres. Una proporción significativa que, según comentan desde la institución, cada año crece de manera sostenida y que en el corto a mediano plazo posicionará a las emprendedoras como el motor fundamental para la consolidación de la nueva generación de startups alimentarias. Una tendencia que se refleja especialmente en los emprendimientos de base científico tecnológica, que están llamados a convertirse en el nuevo eje impulsor de las exportaciones sectoriales. Según explica Carolina Muñoz, directora de Gestión de Redes y Nuevas Iniciativas de Transforma Alimentos, recientes estudios asocian el liderazgo femenino de empresas, a variables de alto impacto tales como: ● Negocios de buen crecimiento ● Innovación ● Desarrollo de nuevas oportunidades. Un panorama del que tampoco está exento la industria alimentaria, pues “hoy más que nunca, el rol de las mujeres es esencial para dinamizar este ecosistema y responder a las demandas de un mercado cada vez más exigente y consciente con el planeta”, asegura Carolina Muñoz. La directiva también comenta que esta tendencia ha permitido el nacimiento de nuevos emprendimientos en el sector, comprometidos con el desafío de ser sostenibles y que, apoyados en sus capacidades científico-tecnológicas, han explorado el desarrollo de nuevos productos a base de novedosos ingredientes y procesos. “Todo esto -afirma-, utilizando materias primas únicas, de alto valor e impulsando enfoques de producción colaborativos, justos y responsables con el territorio”. “Este sello femenino de trabajo en equipo, conciliación y empatía -enfatiza Carolina-, no solo abre oportunidades de negocios, sino que además promueve la diversificación de la oferta y la adopción de prácticas más éticas en toda la cadena de valor”. Esto incluye, a su juicio, desde la creación de alimentos saludables y funcionales, hasta la utilización de subproductos para reducir el desperdicio, pasando por la inclusión de ecodiseño e Inteligencia Artificial (IA) en el desarrollo de envases y embalajes. Características en que las mujeres han demostrado gran capacidad para diseñar soluciones que impactan positivamente, tanto al consumidor como a las economías locales. Por ende, “con la creciente demanda de alimentos saludables, sostenibles y nutritivos, su presencia es un factor clave para fortalecer un sector alimentario competitivo y coherente con tendencias locales y globales”, destaca la directiva de TA. Opinión que comparte Solange Brevis, presidenta del Colegio de Ingenieros Alimentos de Chile, CIACh, para quien “las mujeres emprendedoras han sido una fuerza transformadora en el ecosistema de innovación alimentaria chileno”. “Su contribución -asegura- puede catalogarse como fundamental y disruptiva, aportando no solo diversidad sino también nuevas perspectivas a un sector tradicionalmente dominado por hombres”. Solange Brevis también enfatiza que el impacto de las mujeres ha sido especialmente notable en la creación de soluciones innovadoras, que abordan problemáticas actuales como: ● Sostenibilidad, salud y bienestar. ● Conexión con las tradiciones culinarias locales. La presidenta de CIACh considera que, en estos campos, las emprendedoras “han demostrado una destacada capacidad para identificar nichos de mercado desatendidos y desarrollar productos que respondan a las crecientes demandas de los consumidores por alternativas más saludables, sostenibles y éticamente producidas”. “Además -añade-, han sido pioneras en la implementación de modelos de negocios que priorizan el triple impacto: económico, social y ambiental, lo que ha elevado los estándares de la industria, y ha influido positivamente en las prácticas del sector en general”. PRESENCIA MULTISECTORIAL Uno de los aspectos más destacados de este significativo aporte creativo y vigorizador del talento femenino, radica en que no se reduce solo a segmentos de servicios o de mono producción. Por el contrario, cada vez se registran más casos de éxito de startups lideradas por mujeres, que han brindado destacados aportes en biotecnología, reutilización de subproductos y desarrollo de materias primas disruptivas, entre otros avances. En tal sentido, Carolina Muñoz comenta con orgullo, que hoy las mujeres “estamos presentes a lo largo de toda la cadena de valor del sector alimentario”. “Podemos encontrarnos como referentes en el cultivo y extracción de materias primas sostenibles y rescatando el patrimonio gastronómico de una zona, liderando el desarrollo de soluciones biotecnológicas de alta demanda en el mercado, o dirigiendo iniciativas y tomando decisiones estratégicas, que impulsan grandes transformaciones en la industria”, destaca. Muñoz también recalca que la experiencia femenina se traduce en mayor diversidad de puntos de vista, así como en abordajes disruptivos a los complejos desafíos del sector, y en la construcción de redes de colaboración de largo plazo, tanto en Chile como en el extranjero. “Con ello -agrega-, se abre un espacio cada vez más visible para las mujeres en la industria, promoviendo la equidad y la inclusión en ámbitos donde las miradas y capacidades femeninas resultan fundamentales para impulsar el tránsito hacia sistemas alimentarios más innovadores y sostenibles”. Aporte que para Solange Brevis no solo es trascendentalmente valioso, sino que actualmente también impulsa el crecimiento en cinco áreas estratégicas para el sector: 1. Alimentos funcionales y nutracéuticos: Desarrollo de productos con beneficios específicos para la salud, “donde el enfoque holístico de muchas mujeres ha sido clave”. 2. Economía circular y valorización de subproductos: Proyectos innovadores que transforman residuos de la industria alimentaria en nuevos productos de valor agregado, “contribuyendo a la sostenibilidad del sector”. 3. Biotecnología aplicada a alimentos: Desarrollo de fermentos, probióticos y procesos biotecnológicos para mejorar propiedades nutricionales. 4. Alimentos de origen vegetal: Un sector en crecimiento explosivo, “donde las mujeres lideran el desarrollo de alternativas vegetales innovadoras”. 5. Rescate y revalorización de ingredientes nativos: Emprendimientos que valorizan materias primas autóctonas y saberes ancestrales, “contribuyendo además a la preservación del patrimonio alimentario chileno”. CRECIMIENTO SOSTENIDO Claro que todos estos ejemplos son solo el punto de partida para un desarrollo que, en opinión de los expertos nacionales y extranjeros, crecerá a un ritmo exponencial. Ello, a la larga, permitirá que el aporte emprendedor femenino alimentario, abarque cada vez más rubros, expandiendo la posibilidades de desarrollo a todo el conjunto de la economía nacional. En tal sentido, Carolina Muñoz está segura de que, a la luz del desarrollo exponencial de los años recientes, la participación de las mujeres en el sector alimentario está llamada a seguir creciendo, no solo en Chile, sino también a nivel global. “Actualmente -afirma-, se vive una convergencia de factores que impulsa este aumento, incluyendo la búsqueda de sistemas alimentarios más seguros y sostenibles, las tendencias por alimentos saludables y funcionales, y la búsqueda de modelos de producción más responsables y resilientes”. La directora de Transforma Alimentos pone como ejemplo el crecimiento, año a año, de las empresas postulantes y seleccionadas en el Catálogo de Innovación Alimentaria de Chile. “Allí podemos ver de forma agregada -explica-, que 40% de ellas son lideradas por mujeres, siendo un 38% de regiones y en su mayoría, MiPymes”. “Este liderazgo femenino no solo está dinamizando nuestra economía, sino también abriendo camino a otras emprendedoras, aportando talento, resiliencia, adaptación y soluciones creativas”, explica Muñoz. Visión optimista que reafirma en forma entusiasta Solange Brevis, quien también anticipa una fuerte expansión del talento femenino hacia sectores emergentes tales como: ● Tecnología alimentaria avanzada: incluyendo impresión 3D de alimentos, desarrollo de proteínas alternativas y nuevos sistemas de procesamiento. ● Inteligencia artificial aplicada a formulación alimentaria: incluyendo optimización de procesos y desarrollo de nuevos productos mediante algoritmos y Big Data. ● Sistemas alimentarios regenerativos: Implementando soluciones no solo sostenibles, sino que también regeneren ecosistemas. ● Personalización nutricional: Mediante desarrollo de soluciones alimentarias adaptadas a perfiles genéticos y necesidades individuales. “Todo este crecimiento -asegura Brevis-, será fundamental para el desarrollo del país, ya que aportará diversificación a la matriz productiva, agregará valor a nuestras materias primas, impulsará la innovación y contribuirá a posicionar a Chile como polo de emprendimiento alimentario global”. Por ello, resulta imprescindible que el sector, en general, continúe comprometiéndose a apoyar y potenciar este proceso, eliminando barreras y generando más y mejores condiciones de participación equitativa, que faciliten el surgimiento de más liderazgos femeninos en el sector alimentario nacional. GALERÍA
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